El apartamento (II)

A veces los objetos antiguos cuentan historias. Esta pareja de sillas me contaron que un día un hombre se las llevó de la tienda a un hogar donde no había más muebles. Fueron las primeras en entrar, junto con una moderna mesa que se elevaba y hacía las veces de mesa de centro y de salón. A la dueña de la casa no le parecieron muy cómodas pero se sentía feliz con un esposo que la amaba. Él sólo pensó en llevarle a su amada dos sillas para sentarse junto a ella alrededor de la mesa y compartir el pan, las alegrías, las penas y el amor que los unía. Pero ese maravilloso amor dio frutos. Uno, dos, tres y cuatro. Y aquella pareja de sillas ya nunca fue suficiente. Vinieron más sillas, cómodas y nuevas, y otra mesa. La pareja fue quedando en un rincón, para faltas, viendo la vida pasar. Un día la dueña decidió que disfrutaran de su vejez en una casa junto al mar. La idea las hacía rejuvenecer! Lo que no sabían es que pasarían el invierno en silencio y que cuando llegara el verano, llenarían la casa los amos, sus frutos y los frutos de sus frutos, pero ya no volverían a ser parte de sus vidas.

Decidí que esta historia no podía terminar así. Su color marrón viejo y su barniz escamado solicitaban cuidados intensivos. No mostraré su imagen decadente. Ese paso me lo salto. Después de una buena lijada se pintaron de blanco y se colocó un almohadón con faldas sobre el asiento.



Ahora forman parte de un dormitorio, salen a la terraza a tomar el fresco del atardecer y en la noche guardan la ropa de sus amos.



Para Carmen.


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"Mami Manitas"

Seguro que conocéis la serie infantil "Manny Manitas" o "Handy Manny"...
-Al habla Manny Manitas, si se le rompe......se lo arreglamos!!
Y Carmen dice seguido, - ¡¡y mi mami también!!
Así que a partir de ahora me considero Mami Manitas.
En cierto modo me llena de orgullo. Habitualmente es el hombre el manitas de la casa, pero en mi familia ocurre todo lo contrario. Ellos son, como dice mi suegra, los "intelectuales" y nosotras tenemos "inteligencia práctica". Me encanta ese término. Ayer en la oficina era imposible escanear o imprimir desde ningún ordenador. Informe de incidencias, llamada de urgencia al informático, al servicio técnico de la fotocopiadora…Lo primero que hice fue apretar las conexiones y... magia! Todo funcionando a la perfección.

Pero vamos a algo más mundano, nada que ver con las máquinas. En casi todas las casa donde hay niños hay un juego de construcciones. Muchas veces vienen en tambores de plástico que se acaban rompiendo y a partir de ahí todo son piezas desperdigadas por el cuarto.
Carmen se sentó encima del suyo y.... -No pasa nada mami, tú lo arreglas "ensiguida".



Hoy os traigo un pequeño tutorial para arreglar este tipo de tambores.
En este caso se arregló con una carpeta de publicidad que quería reciclar de algún modo, pero podéis utilizar cualquier acetato o plástico con cuerpo e incluso elegirlo en un color que os guste.

El cartón como lienzo.



Hemos empezado a experimentar con acuarelas en casa. Toda un aventura del aprendizaje! A veces Carmen carga tanto el pincel que parece que vaya a regar las margaritas y los típicos folios que tenemos por casa no sirven de mucho. Qué hacemos entonces?

En la basura de papel y cartón hemos encontrado un tubo de papel higiénico que Carmen ha decorado en su estilo libre, un envoltorio de salchichas de ayer que terminó siendo un señor gordinflón y una caja de ceras en la que pintamos una muñeca con flores y una máscara de monstruo. 



El apartamento (I)

Me fascina cuando veo imágenes de apartamentos o segundas viviendas con un montón de metros cuadrados y una decoración muy cuidada. No puedo evitar pensar -pues si esto es así ¿como será su primera vivienda?- Y la verdad es que en los tiempos que corren cada vez es más complicado poder optar a una segunda vivienda. Algunos todavía tenemos la suerte de contar con el piso en a playa de los suegros o la casa en el pueblo de la abuela. Cuando se compraba un mueble nuevo para casa el viejo siempre iba a parar al pueblo. Igual pasaba con las ollas, las cuberterías o las sábanas. Así que pocas de estas casas cuentan con esas decoraciones tan maravillosas, aunque el sabor y la historia muchas veces supera lo nuevo.

Este verano le hemos dado la vuelta al salón. Hemos cambiado los muebles de sitio y se ha ganado mucho espacio y comodidad. Queríamos comprar un sofá nuevo pero pensamos que mejor dejarlo para cuando todos los nietos que pasan por la casa a lo largo del verano dejaran de saltar, babear o vomitar encima.
¿Y si le lavamos la cara? Desgraciadamente en la mayoría de cosas que se estropean nos sale más barato tirar a la basura-comprar de nuevo que arreglarlas. Mandar un sofá al tapicero es una locura sólo justificable cuando la estructura es de un alto valor. Como no era el caso había que buscar materiales baratos e ideas sencillas. El coste total fue de 28 €.





Tesoro escondido.

Ayer fuimos al parque a última hora. Debía ser la última hora de todas porque no quedaba nadie. Debajo de la casa del tobogán Carmen jugaba con un pequeño tesoro. Vaya, una caja de vinos! No se avistaba ningún propietario, así que decidimos llevarla a casa. Por el camino pensaba en lijarla, pintarla en blanco roto con estrellas lila claro y guardar ahí sus "cositas", esos juguetes pequeños pero importantes que siempre se pierden en el fondo del cajón y nunca sabes dónde ubicar.







El comienzo.



Este es el comienzo, el principio, la primera entrada de mi primer blog.

He tardado bastante en arrancar. No sabía que esto de hacer un blog (¿se dice así?) fuera tan complicado. Y algunos os reiréis pero no es que sea precisamente un hacha en esto del ciberespacio.

En el título quería poner una imagen que personalizara la plantilla, que mostrara un poco de qué va este blog, pero mi viejo ordenador se quemó hace poco y ahora sólo disponía de esta foto. Es un proyecto de reciclaje con cartón.






Quería un cuadro para el salón y aquí lo tenéis. Mas adelante pondré un tutorial donde os mostraré paso a paso cómo se hizo.